Cuando pensamos en estrés, generalmente lo asociamos con angustia y agobio. Sin embargo, existen dos tipos de estrés: eustrés y distrés. El eustrés tiene un efecto positivo, mejorando el enfoque, la motivación y el rendimiento, mientras que el distrés es dañino para la salud y surge de situaciones adversas que provocan angustia. Aquí te explicamos las diferencias para que puedas gestionarlo mejor.
¿Qué es el Eustrés?
El eustrés es un tipo de estrés que genera un estado de alerta beneficioso en situaciones que requieren concentración. Este estrés se asocia con emociones positivas, como entusiasmo y satisfacción, especialmente cuando logramos metas o enfrentamos eventos emocionantes como un nuevo empleo, un matrimonio o un reto importante.
Cuando el eustrés se maneja adecuadamente, puede fomentar el crecimiento personal, la resiliencia y aumentar la confianza en uno mismo. También sirve como motivación para superar obstáculos y alcanzar objetivos. Sin embargo, el eustrés también puede surgir de factores de corto plazo, como cumplir plazos, hablar en público o participar en eventos competitivos, lo que requiere de técnicas efectivas para gestionarlo de manera saludable.
¿Qué es el Distrés?
El distrés es el tipo de estrés más conocido, generalmente asociado con la angustia y el agotamiento. Surge de situaciones adversas o dañinas, como problemas financieros, dificultades en las relaciones, presiones laborales o eventos traumáticos. Si se convierte en un estrés crónico, puede tener efectos negativos en la salud física y mental.
El distrés puede generar problemas como ansiedad, depresión, enfermedades cardiovasculares y un sistema inmunológico debilitado. Además, puede afectar las funciones cognitivas, la toma de decisiones y el rendimiento en el trabajo o actividades diarias. También se asocia con emociones negativas como tristeza, ira y frustración, lo que puede generar agotamiento, enfermedades crónicas y una disminución en la calidad de vida.
Gestión Eficaz del Estrés
Tanto el eustrés como el distrés requieren técnicas de manejo adecuadas, ya que, sin una gestión efectiva, sus efectos pueden impactar tu salud mental, emocional y social. Comprender la diferencia entre ambos tipos de estrés te permitirá reconocer lo que estás experimentando y, con esta información, aplicar estrategias de afrontamiento adecuadas para promover tu bienestar general y salud mental.