El estrés es una respuesta natural del cuerpo y la mente ante situaciones desafiantes. Este mecanismo de “lucha o huida” nos prepara para reaccionar rápidamente ante amenazas. Aunque es útil en momentos puntuales, el estrés crónico, cuando persiste, puede tener efectos negativos en la salud física y mental.
¿Cómo Afecta el Estrés a la Salud?

En el pasado, el estrés era una respuesta aguda a amenazas inmediatas. Sin embargo, en el mundo moderno, el estrés suele ser crónico debido a factores continuos como la presión laboral, preocupaciones financieras, problemas personales y la constante sobrecarga de información. Aun las percepciones de amenaza, ya sean reales o imaginarias, desencadenan respuestas fisiológicas que afectan nuestra salud.
Si experimentas síntomas como nerviosismo, insomnio, cambios en el apetito o pensamientos suicidas, podría ser un reflejo del estrés acumulado. Factores como creencias personales, actitudes y estrategias de afrontamiento son clave en cómo percibimos y manejamos el estrés. Además, nuestras normas sociales y culturales influyen en la forma en que gestionamos estos desafíos. Factores genéticos también juegan un papel importante en nuestra vulnerabilidad a trastornos como ansiedad y depresión.
¿Por qué es Importante la Autocompasión?
El estrés resulta de una interacción compleja entre factores biológicos, psicológicos, sociales y ambientales. Lo que es estresante para una persona puede no afectar a otra de la misma manera. Por ello, la autoaceptación y la autocompasión son fundamentales para manejar el impacto del estrés.
¿Qué Puedes Hacer?
Si sientes que el estrés afecta tu bienestar, busca apoyo profesional. Un terapeuta puede ayudarte a desarrollar estrategias para manejar el estrés y prevenir sus efectos negativos en tu vida.